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radición” es una palabra que a menudo asociamos con el mundo de las bodas, ¿verdad? Vestidos blancos, pasteles de varios pisos, iglesias como lugar elegido para casarse… Sin embargo, con el pasar del tiempo, podemos ver que nuestra percepción de lo que puede ser un día de boda perfecto varía enormemente. Incluso parece que estamos entrando en una era en la que cada vez se ven con mayor frecuencia celebraciones que van más allá de lo ordinario y buscan salirse de lo convencional.
¿Te imaginas que tu gran día se saliera un poco de lo común y optara por ser más creativo e incorporar tu personalidad a la propia ceremonia?
Una tendencia poco tradicional que está ganando popularidad es la de tatuarse durante la ceremonia. Para algunas parejas, los tattoos son un símbolo permanente de su amor y compromiso, incluso una alternativa a las alianzas. Intercambiar votos bajo la aguja es algo muy personal. ¿Y por qué limitarse a los novios? Invitar a los invitados a participar en este acto simbólico fomenta un sentimiento de unión y experiencia compartida, haciendo que la ceremonia sea realmente inolvidable.
Hablando ahora de portadores de anillos, ¡los peludos están tomando protagonismo! En lugar de los tradicionales cojines para anillos, las parejas están confiando a sus queridas mascotas la preciosa tarea de entregar los anillos. Después de todo, incorporar mascotas a la ceremonia añade un elemento de afecto genuino que sin duda encantará a todo el mundo. Además, ¿quién puede resistirse a las adorables fotos que se hacen?
El lugar también desempeña un papel fundamental en la redefinición de este tipo de celebración. Se acabaron los lugares prefabricados y las parejas de hoy en día optan por escenarios menos convencionales para dar el “sí, quiero”. Imagínate decir tus votos en medio de una cascada, con la naturaleza como testigo. O tal vez intercambiando los anillos en la intimidad de su restaurante favorito, rodeados del tentador aroma de buena comida y una compañía aún mejor.
Cuando los recién casados salgan por la puerta grande, nada de arroz ni confeti, ¡sino lentejuelas! Regar a los novios con lentejuelas brillantes a la salida de la iglesia o del lugar de la boda añade un toque de glamour y es, sin duda, una “nueva tradición”, fuera de lo común.
En cuanto a la recepción, las mesas de banquete ceden terreno a los picnics gigantes. Una recepción tipo picnic fomenta un ambiente relajado en el que los invitados pueden mezclarse, picar y saborear los placeres sencillos de la buena comida y compañía. Es una refrescante salida de la formalidad de las tradicionales cenas sentadas, que permite a las parejas dar prioridad a la conexión y la convivencia por encima de todo, ¿no crees?
Y no nos olvidemos de la zona de glitter, un paraíso para los invitados que quieran añadir un toque de brillo y diversión durante las fiestas. Es un espacio dedicado a aplicar glitter y maquillaje brillante, permitiendo a los invitados expresarse y disfrutar de un toque especial. Este detalle asegura que todos se sientan resplandecientes y perfectos durante la fiesta, especialmente en el momento de mayor diversión.
Por último, pero no por ello menos importante, los carritos de shots entran en escena en las bodas, para para crear un ambiente divertido y animado. Se capturan momentos perfectos de diversión en una celebración de alegría pura y desenfrenada. Es una forma divertida de animar a los invitados a soltarse y disfrutar al máximo la fiesta.
Las celebraciones de boda poco tradicionales están reescribiendo las reglas del juego, permitiendo a las parejas crear un día que sea exclusivamente suyo. El día de tu boda, intenta hacer lo inesperado, celebrar la individualidad y redefinir el “felices para siempre”.
