Una unión que dejará huella en la historia
El amor de esta pareja comenzó por casualidad; se conocieron en una fiesta en 2017, donde la química entre ellos no faltó. Barbara, al día siguiente, lo siguió en Instagram.
Dylan no perdió tiempo y le envió un mensaje de inmediato, dándole su número de celular y, de cierta forma, la invitó a salir. Aunque ella le hizo “ghosting”, pasaron seis meses sin que le contestara.
Por caprichos del destino, cuando Barbara finalmente contestó los mensajes, Dylan estaba yendo directo a China para empezar el rodaje de una película. Por lo que empezó su relación por mensajes, al inicio nada era serio. Barbara no se sentía lista para una relación, pero ella era consciente de que la química que tenían no la podía ignorar. Ella no dejo que se le fuera la oportunidad, así que agarró sus maletas y tomó un vuelo para visitarlo. En ese viaje, cuando salieron, los dos estaban muy tímidos, pero sin más miedo, Barbara le dio el primer beso. Desde ese momento, las chispas que ya tenían se convirtieron en amor.
Este año, se han casado en Hungría, en la finca familiar de Barbara. La modelo tenía la ilusión de casarse ahí porque fue donde se casaron sus padres. Dylan participó en las tradiciones típicas de Hungría, incluso habló un poco de húngaro durante la ceremonia.
Dylan optó por un esmoquin color negro, reflejando elegancia en todo momento, con accesorios que desempeñaban un hermoso papel. Por su parte, Barbara tuvo tres cambios de ropa espectaculares, donde parecía un sueño de princesa y ella era la protagonista.
El primer vestido con el cual entró a la ceremonia era de la marca de Vivienne Westwood; le estilizaba la figura de una manera magnífica, con la seda como el foco de atención, haciéndola ver elegante y hermosa. El segundo vestido tenía un corte largo midi, construyendo una hermosa historia. Palvin se colocó un moño en la parte trasera de su cabello, lo que la hacía ver muy tierna. Siguiendo con las tradiciones de Hungría, cuando pasó la medianoche, ambos se cambiaron a un traje y un vestido de color rojo, demostrando que ya no eran novios, sino marido y mujer.
Se suponía que esta boda iba a ser íntima, pero finalmente asistieron 115 invitados, entre amigos y familiares, las personas más cercanas a ellos. Entre los invitados, se pudo ver al hermano gemelo de Dylan, Cole Sprouse, quien fue uno de sus padrinos en ese día tan especial.
En los próximos meses, se planea celebrar otra ceremonia nupcial en Estados Unidos para poder invitar a todas las demás personas que no pudieron asistir a la primera fiesta.
Es hermoso saber que Barbara estuvo seis años soltera porque esperaba encontrar al hombre ideal. Y, finalmente lo encontró.