Para la decoración, las invitaciones, el banquete y el fotógrafo, los novios tenían claro quiénes serían los proveedores, ya que conocían su trabajo y confiaban completamente en su profesionalismo. El resto de los proveedores los contrataron con el paso del tiempo, en base a sus criterios.

El vestido de novia

Graciela fue directamente a Sposa Bella , ubicada en Masaryk 114, Polanco CDMX, porque en cuanto a su presupuesto, los vestidos de diseñador y la atención al cliente, sabia que solo en Sposa Bella lo podia encontrar.

En cuanto llegó fue atendida y asesorada de una manera muy profesional. Se probó varios vestidos que le encantaron. El vestido definitivo fue un diseño elegante, diferente y exclusivo de la diseñadora Israeli Neta Dover, perfecto para su boda de ensueño.  

La experiencia de Graciela fue extraordinaria, desde la búsqueda, los arreglos, encontrar el velo, tocado, zapatos y todos los accesorios perfectos, en cada uno de los detalles el equipo de Sposa Bella la apoyó de principio a fin.

La boda

La pareja estuvo que la ceremonia fuera un sábado por la noche, seguida del banquete en el salón anexo a donde se había llevado a cabo la ceremonia religiosa.

Al entrar al lugar la decoración que estuvo en manos de Mónica Rochman y su equipo, superó las expectativas de los novios, creando un ambiente mágico y espectacular, que deleitó a cada uno de sus invitados, quienes no dejarón de bailar hasta las 7 de la mañana, festejando junto con los novios.